Me he quedado analizando eso de la música: divino remedio, eterno placer y cuerpo y alma del mismo ser humano, pues si la desglosáramos encontraríamos en ella mas similitudes con nosotros mismos de lo que imaginamos, somos música: cuerpo y alma, melodía y letra.
Somos a primera vista como la melodía de una canción, una primera impresión, el anzuelo, la carnada la linda guirnalda que engalana la flor.. pero solo es eso un par de notas en una guitarra, un solo de violines, las teclas de un piano o todo junto revuelto y enmarañado, eso que es agradable al oído hace que te den ganas de seguir escuchando, te dan ganas de bailar o de reír o de llorar... pero llega entonces la letra, el alma, la esencia el ser mismo de la canción, es el amor a segunda, tercera o cuarta vista, cuando le oyes con detenimiento y comprendes para que carajos alguien la quiso reproducir, te empiezas a sentir identificado, a querer dedicarla o que te la dediquen, la letra como el alma debe enamorar, el problema es que últimamente nadie le presta atención a las letras de las personas, lo que vale es lo que se oye a primera vista, que tenga medidas de reina, el pelo liso como seda, que se vista como modelo y blah blah blah pero se olvidan de lo que realmente importa, lo que te ara un martes en la tarde tararearle en un bus retorno a casa como la letra de una buena canción: LA LETRA, y son estas las que hacen que una canción se quede para siempre en la mente como un tatuaje.
entonces ya se imaginaran a donde va a parar tanta palabra bonita, les quiero invitar esta noche primero de junio a que le encuentren la letra a las personas, que olviden tanta melodía repetida y plásticas sonrisas y escuchen con detenimiento la letra, vean que cada verso tiene un porque, un para que y un/a idiota a quien dejar sonriendo.
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