martes, 4 de marzo de 2014

Patética.

Entonces me puse patética. Mi él imaginario apareció por la puerta y dijo mirándome a los ojos:

"me gustas por que estas loca y se te ve bien en  los discursos apasionados donde defiendes tus teorias auto-inventadas, en las canciones a todo pulmón que nadie conoce, en los movimientos de tus caderas al compás de la música, en los libros que amas con locura, en el café de la mañana que luego odias al medio día y esa risa rara: medio goffy medio linda. Por toda la pasión que duerme en tu pecho como un gatito ronroneando entre sueños tequieros a baja voz, casi inaudibles, casi imperceptibles al oído humano pero estando ahí presentes, sobre valorados. Me enamoran tu ojeras talla M que compaña la pequeña hilera de pecas que abrazan la mejilla de su ojo derecho, tu voz al despertar y el sonido que haces con la nariz cuando duermes, tus letras libres y lúcidas que hacen eco en los rincones mas turbios de mi mente, ahí donde has pagado stikers de colores con besos y los has llenado de fiesta, es por eso que te amo mas, por que has llenado de arcoíris los días lluviosos y de montañas rusas las dunas de mi estómago, por que vas por ahí resuelta a hacer lo que te viene en gana, aveces sin peinar tus risos, sin detenerte a pensar lo que dices, vas riéndote de todo, no prestandole atención a nada, solamente viviendo al límite, con la adrenalina que hace brillar el par de soles castaños que tienes como ojos, indiferente el bullicio que causan tus pestañas e imantan los suspiros. Te amo y así he de acabar, aplastado por todo lo que siento, mutilado casi desahuciado, pero feliz y muerto de locura con este amor".

El problema real de toda la locura que despilfarre arriba en esas lineas auto-dedicadas patéticamente y que esperan en el fondo poder convertirse en realidad es que hay una alta posibilidad que se queden ahí, siendo suspiradas por mi inconsciente, mientras eso pasa o no seguiré libre de pensarlas y crear algunas mas lindas...para divertirme mientras mi él aparece, aun cuando sé que cuando llegue, de verdad, no sabré que hacer.