viernes, 27 de abril de 2012

jugo de Lulo

hablando de cosas aci-dulces pensé en este peculiar sabor, que aveces confundimos con jugo de tomate de árbol -por lo menos yo- pero que tras dos sabor  ya es inevitable  que ni te saque una sonrisa, a veces hay cosas así en la vida, que nos sacan una sonrisa si quererlo, a veces sin necesitarlo,  y que nos alegran hasta la ultima fibra del corazón.
Así mismo paso anoche, cuando el sueño se empezaba a apoderar de mi, cuando ya las fuerzas parecían escapar tras mi ultimo bostezo, entro el -otro el- a la habitación donde muy pacientemente intentaban re-enseñarnos cosas que deberíamos saber de ciclo básico, antes de matar a cualquier paciente, de hacer un mal diagnostico. El entro despreocupado, el y su altura, su blancura, sus cabellos cafés, sus ojos claros y su risa torcida, nos miro con insignificancia, venia cansado y comiendo algún dulce, no aguanto chiste de mi profesor, no aguanto las miradas -la mía en especial, cual supongo intensa-se retiro  y con el se me escaparon las sonrisa...todo el resto de madrugada.
Ese, mis queridos amigos,es un ejemplar momento aci-dulce entre todo el ácido de un turno -¡nocturno!-encontré el dulce de un amor, uno mas, ahora estaré husmeando en cada rincón del hospital por esa sonrisa torcida... o tal vez llegue otra... ¡pero por favor Diosito que lleguen y se conviertan en carcajadas!

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